Elegir un juguete es una tarea más relevante de lo que pueda parecer, a la luz del impacto que los juegos tienen en el desarrollo del niño.

Para ayudaros en esta difícil tarea, os dejamos ocho consejos, dirigidos a facilitar el proceso de escoger el juguete óptimo para cada caso y niñ@. Porque pensamos que invertir tiempo en la compra de juguetes de tus hij@s, es invertir en ellos. Jugar tiene un gran peso en su evolución hacia la edad adulta, y la forma en la que jueguen hoy va a tener mucho que ver con sus comportamientos futuros. Es un hecho probado.

Los adultos solemos tener en cuenta elementos como la seguridad o la edad del niño al que nos dirigimos, pero a menudo obviamos otros factores básicos como son la durabilidad, o los valores que transmite el juguete elegido.

Analicemos el mensaje que traslada a nuestros hijos un juguete que se rompe a la primera de cambio: Comprar, romper, tirar y volver a comprar. Una espiral de consumismo en la que no hace falta cuidar los juguetes ni responsabilizarse de ellos.

Estos son los ocho consejos para escoger el juguete más adecuado:

1. Compra en pleno uso de tus facultades mentales. Escoger juguetes es una cosa muy seria. Planificar las compras y buscar previamente información sobre los juguetes, es mejor idea que lanzarse a la vorágine del centro de la ciudad en plena víspera de fiestas. Las prisas y las hordas de gente nos aturden demasiado como para hacer una elección racional. Huye de uno y otro para comprar en pleno uso de tus facultades mentales.

2. La seguridad es lo primero. Aunque la legislación vigente es cada vez más restrictiva, debemos estar alerta, ya que año tras año somos testigos de la retirada masiva de juguetes que no garantizan la seguridad mínima y que incluso han provocado accidentes. Evita comprar en típicos comercios con productos de procedencia dudosa, y confía en las tiendas especializadas.

3. Juguetes a prueba de niños. No están los tiempos para ir tirando el dinero en juguetes que se rompen con solo mirarlos. Aunque suene a obviedad, los juguetes han de estar pensados por y para los niños, soportando sus envites sin alterarse. Los juguetes duraderos pueden tener muchas vidas a través de varios niños y transmiten una importante lección. El futuro es reutilizar y cuidar de las cosas para prolongar su vida útil.

4. Lee con atención las instrucciones de uso. ¿Qué no te has enterado en condiciones de la dinámica del juego? Vuelve a leer. Si al segundo intento sigues sin tener una idea bien definida, éste no es definitivamente el juguete que buscas. El uso del juguete no está claro para ti y probablemente tampoco lo estará para el niño al que vas a regalárselo.

5. Elige juguetes adecuados a su edad y nivel de desarrollo. Es fundamental que el juguete sea adecuado a la edad y al nivel de desarrollo del niño. Si el juguete es muy adelantado para su nivel de desarrollo, es posible que creemos una frustración innecesaria al pequeño, que no tendrá las capacidades necesarias para entenderlo y aprovecharlo. Si por el contrario el juguete es demasiado básico, se aburrirá, desmotivará y lo dejará rápidamente de lado.

6. ¿Qué valores transmite? Los juegos tienen una enorme incidencia en el desarrollo del niño y en sus actitudes futuras. Los expertos recomiendan identificar cuáles son los valores que transmiten los juguetes elegidos en función de lo que queramos potenciar en nuestro niño. Solo hace falta dar una pensada al uso que le dará a ese juguete y asociar ese uso a una serie de valores. Los juguetes pueden ser sexistas, racistas, violentos… pero también pueden fomentar la igualdad, la tolerancia, la solidaridad… que cada cual decida.

7. Diversidad de materiales. La gran mayoría de los juguetes infantiles de hoy están elaborados con plásticos y materiales sintéticos, que pueden ser atractivos visualmente pero que también pueden tener serias limitaciones en cuanto a tacto u olfato. La diversidad de materiales y, especialmente, el acceso a materiales naturales, permite al niño ver, oler y sentir, todos ellos elementos básicos para su desarrollo.

8. Que sea para jugar. La principal función de un juguete es que se pueda jugar con él. Sí, es una obviedad, pero a menudo se nos olvida y nos dejamos engatusar por juguetes deslumbrantes llenos de luces, sonidos y movimientos autónomos, que relegan al niño a la posición de simple espectador. Y cuando se acaban las pilas, se acaba el juego. El juguete debe hacer al niño protagonista, y debe ser un apoyo, soporte o herramienta para su juego.

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Categorías: Parenting