Intentamos que Jorge no se pase mucho tiempo viendo la tele o jugando con el iPad. No es que tengamos nada en contra, de hecho, creemos que son herramientas muy útiles. Estos “nativos digitales” nos asombran con su dominio de las tecnologías. Un par de capítulos de sus dibus preferidos o un rato de puzzles en el iPad no están mal. No obstante, si que hemos notado que cuando lleva un rato viendo dibujos, su comportamiento se altera y empieza a mostrarse irritado, sobre todo cuando le decimos que es hora de apagarlo. Afortunadamente tiene una imaginación formidable y encuentra la forma de entretenerse creativamente sin ningún problema. Yo todavía no le he escuchado decir “Papá, me aburro”.

Lo mejor de haber fomentado que use su imaginación es ver como usa su pensamiento creativo a la hora de solucionar problemas. Los palillos de comer se convierten rápidamente en un arco y flechas si hay que cazar algún cojín (digo bisonte), y luego nos sirve para hacer un fuego en el que asarlo. Le he visto convertir el rollo de papel higiénico en un catalejo para encontrar tesoros, y cabalgar la escoba por toda la casa. Cuando está jugando con el tren, de repente viene una tormenta y todos necesitan cobijo, él hace una casa con los cuentos para refugiar a todos lo muñecos hasta que pase el temporal. Cuando los niños tiene una imaginación activa, no ven problemas, sólo soluciones. De hecho, nosotros, los padres, podemos aprender muchísimo de esto.

“Cuando los niños tiene una imaginación activa, no ven problemas, sólo soluciones.”

¿Cómo motivas a los niños a que piensen de forma creativa y que usen su imaginación? Es, ciertamente, mucho mas difícil ahora que estamos en la era de la información, en la que el mundo está accesible a un solo click y parece que ya esta todo inventado. Las barreras de lo posible y lo cierto no tienen cabida en la imaginación. En la mente creativa de un niño los perros pueden hablar, los peces conducen autobuses y los leones comen lechuga que les encanta. Nada es imposible. Necesitamos alentar y alargar esto todo lo que podamos. La innovación sale de la imaginación, y esa es una de las habilidades más demandadas del siglo XXI.

Hay tres cosas que podemos hacer para ayudar a florecer la imaginación de nuestros hijos son:

  • Proporciónales una variedad de juguetes que potencien la imaginación y la creatividad. Huye de aquellos juguetes que lo “hacen todo solos” y busca aquellos que dejan hueco para ellos, para que los niños tengan que aportar de su propia cosecha. En  Juguetes para soñar e imaginar tienes algunas propuestas.
  • Juega a imaginar con tu hijo. Ya sé que todos estamos muy ocupados y tenemos muy poco tiempo, pero cuando te sientas con ellos en el suelo y buscáis el tesoro de BarbaRoja por debajo de la mesa o sois tiburones que se van a comer una focas y de postre un yogur… Además del momento mágico que te llevas, también le estás enseñando que imaginar es tan importante que hasta papá busca un hueco para hacerlo.
  • Sígueles el rollo cuando están siendo imaginativos. Si estáis en el coche y de repente tu hijo dice: “¡Mira, un dragón muy grande!”. Míralo, confírmalo y pregúntale que hace ahí el dragón, si es que se ha perdido o esta buscando a algún amigo, o cualquier otra cosa que se te ocurra para que siga desarrollando la historia. Pero, hagas lo que hagas, por favor, no le digas “Los dragones no existen”.

Y tú, ¿qué haces para alimentar la imaginación de tus hijos?

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2 comentarios

Marta · 19/03/2015 a las 6:59 pm

Jeje que maravillosa la imaginacion sin limites mi prejuicios. Muy buen post, me gusta!

Rocío Calahorra · 24/04/2015 a las 10:34 am

Son la pera! teniendo un niño al lado no te aburres, eso seguro. Muy chulo el post

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