Imagina la cara de tu peque cuando lance esta pelota y vea cómo rebota más alto que cualquier otra, desafiando la gravedad como si viniera de otro planeta. Es pura magia en movimiento, y el sonido característico de "pop" que hacen sus cráteres al rebotar añade un toque de emoción que les encantará. ¡Es tan adictiva que querrán botarla en cualquier sitio!
Pero más allá de la diversión desbordante, la Moon Ball es una herramienta fantástica para su crecimiento:
- Coordinación Ojo-Mano: Cada bote impredecible y cada intento de atraparla es una oportunidad perfecta para afinar su precisión, sus reflejos y su coordinación. Es una forma lúdica y efectiva de mejorar sus habilidades motoras.
Con un tamaño ideal (poco más de 6 cm) y recomendada para niños a partir de 3 años, esta pelota es fácil de usar por las manos más pequeñas y lo suficientemente robusta para aguantar todas sus aventuras.
Puedes llevarla al campo, al parque, al patio o úsala en casa.