Todos sabemos que el campo, el aire libre, respirar aire puro es beneficioso para nuestros pequeños. Pero hay muchos otros que no son tan obvios y seguramente no los habíais pensado.
Hoy toca desconectarlos de las pantallas de TV, tablets, ordenadores… y sacarlos de su mundo virtual al campo a experimentar y jugar el mundo real.
He pasado gran parte de mi infancia jugando al aire libre, y estas actividades han dejado en mí un montón de experiencias y recuerdos de la naturaleza que quiero compartir con mi hijo.
Además, el jugar al aire libre aporta:
1. Fomento de la creatividad e imaginación
El entorno natural carece de tantas reglas o fronteras como puedan tener los juegos dentro de casa, por lo tanto la imaginación y creatividad de los niños es el motor que alimenta el juego. Para la próxima salida al campo, déjalos que ellos organicen sus juegos, con sus reglas, etc... Te sorprenderás de su capacidad creadora y del nivel y complejidad de los juegos que se inventan.
2. Respeto por los seres vivos
El contacto con la naturaleza, la observación del comportamiento de los animales y plantas en su entorno natural, hace crecer en los pequeños la empatía y el respeto por los seres vivos. Poder observar con todo detalle los insectos con un
visor de bichos, o recolectar tesoros, guardarlos en su bolsa, dibujar y anotar los descubrimientos con su
kit de aventuras hace que la salida al campo sea una experiencia enriquecedora.
3. Estimulación de los sentidos
La naturaleza se ve, se escucha, se huele, se toca y se degusta. Es una experiencia multisensorial que no puede reproducirse dentro de casa. Haz que huelan, que toquen, que escuchen y prueben las diferentes cosas de la naturaleza. Recolecta moras, setas, espárragos, castañas, etc..., o haz que coman algo directamente del árbol o planta. ¿A qué huele el musgo?
4. Asentamiento del conocimiento
Tocar las raíces de los árboles u observar la formación de las nubes, refuerza el conocimiento teórico que tengan de un área especifica. Puedes recolectar hojas de diferentes árboles cuando no te vean, y enviarles luego en misiones para que busquen el árbol que corresponde a cada hoja.
5. Desarrollo del vocabulario
En un paseo por el bosque podemos encontrarnos con castaños, fresnos, pinos,etc… ver jilgueros, águilas, ardillas, etc.. cruzar un arroyo, un río, una cascada… o ir por una senda, una cañada o un prado. Todo este vocabulario lo van aprendiendo poco a poco con lo que se va enriqueciendo su lenguaje.
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Por si fuera poco, estar al aire libre les hace ser más activos, que estén más en forma y que sean más tranquilos y felices.
¿Quién se apunta a la excursión?